Sobre explotación de peces amenaza a las especies nativas.


José Estrada. Palenque, Chiapas.

La sobre explotación de las especies nativas, que son capturadas sin respetas las normas establecidas por las instancias encargadas de regularlas, ha ocasionado que cada vez más ejemplares que no alcanzan el tamaño adecuado para su comercialización lleguen al mercado para satisfacer la creciente demanda de los consumidores. Los arroyos, ríos y lagunas están siendo diezmados porque no existe una instancia que vigile y controle las actividades pesqueras.
Derivado de la excesiva demanda de los productores pesqueros, principalmente la mojarra, en el mercado local se pueden apreciar ejemplares que apenas rebasan los diez centímetros de longitud, pero que ya han alcanzado un precio de 25 pesos por kilogramo. Esto ha  despertado la codicia de los pescadores, quienes utilizan mallas cada vez más pequeñas para su captura. Especies que aún no han alcanzado la madurez sexual adecuada para reproducirse están en peligro de desaparecer como la castarrica, que era bastante común en ríos y arroyos.
La falta de control, incluso dentro de las mismas organizaciones pesqueras, ocasionará a futuro el exterminio  le las especies. “El hombre, señalan algunas organizaciones no gubernamentales enfocadas a la explotación racional de naturaleza, puede tomar una parte del excedente de producción natural sin poner en peligro la continuidad de la especie a largo plazo. Sin embargo, si las capturas son excesivas, las pérdidas no pueden regenerarse al mismo ritmo. La sobreexplotación pesquera merma los recursos existentes y cuanto menor es la población, menor es su capacidad de reproducción.
Si no hay una reducción simultánea de las capturas, la sobreexplotación puede significar un colapso de la población. Esto no sólo implica la desaparición de una o varias especies, sino que también constituye una drástica alteración del equilibrio ecológico, ya que cada especie cumple una función en la cadena alimenticia”.
Especialistas en la materia advierten que “La principal causa de la sobreexplotación pesquera reside en el exceso de capacidad de las sociedades pesqueras, lo que genera una constante presión sobre las especies que no tienen la oportunidad de reproducirse y recuperar sus p


oblaciones, luego de cada temporada de captura porque existen cada vez más productores y pocos peces”.
Aunque el agotamiento de los peces por la sobreexplotación en determinados lugares es un fenómeno conocido y repetido en el pasado, se captura siguiendo un esquema bien conocido. Los pescadores descubren un lugar productivo que atrae cada vez a más productores que durante un tiempo ven el negocio florece porque el volumen de las capturas está en auge.
Pero si las capturas superan las tasas de reproducción de las especies, se reduce su población. Cuanto más difícil sea capturar una cantidad suficiente de pescado para su comercialización, más tiempo y dinero invertirán los productores. En su afán de lograr mayores ganancias en un corto tiempo utilizan artes de pesca prohibidos para lograr una mayor captura, invierten en lanchas más grandes y equipamiento que a la larga solo contribuirán a reducir más rápidamente la población existente. 
Evitar y minimizar las capturas de especies no desarrolladas  requiere de un  elevado nivel de exigencia para la capacidad artesanal del pescador y su equipamiento. El volumen de capturas de peces jóvenes también viene determinado por la colocación de las redes de pesca o el tipo de afluente en cada caso. El pescador debe conocer tanto las regiones con poblaciones de diferentes especies como las zonas de cría y desarrollo de alevines de las mismas. Cualquier pescador experimentado sabe que los peces que no han alcanzado un determinado tamaño aún no han desovado y también debe saber cómo manejar sus redes para atrapar el menor número de peces pequeños. 
El ancho de malla de las redes utilizadas contribuye a excluir los tamaños no deseados de las capturas, o bien a llevarse por delante todo lo que se cruce en su camino. Las redes de malla pequeña ocasionan un alto volumen de capturas de ejemplares que todavía no se han desarrollados sexualmente, lo que disminuye considerablemente, año tras año, la población nativa de las especies.
Green Peace asegura que: “Los instancias correspondientes, de cualquier nivel de gobierno, deben tomar medidas y escuchar las recomendaciones de los expertos para mejorar la producción pesquera y encaminar al creciente sector económico hacia una pesca sostenible y sustentable”.