Gonzalo Martínez Lastra. Ex brigadista de protección Civil. |
José Estrada.
Palenque, Chiapas.
La política de “Gobierno con Espíritu” que constantemente
alude el alcalde Marcos Mayo Mendoza durante los diversos eventos en los que
participa para alabar las virtudes de su administración, también aplica la
violación a los derechos humanos de los trabajadores del ayuntamiento municipal
que no están de acuerdo con su forma de gobernar, o simplemente se atreven a
cuestionar las acciones que realizan algunos funcionarios públicos en perjuicio
de la población.
Gonzalo Martínez Lastra fue cesado de su cargo tras
denunciar el tráfico de influencias, los actos de corrupción y uso indebido de funciones
del coordinador municipal de protección civil, Pascual Guzmán Vázquez, a quien
señaló de “utilizar para beneficio personal los bienes públicos y el personal de Protección Civil al llevarlos
a su rancho para arrear vacas, componer corrales y pintar sus casas. Las
unidades son utilizadas para acarrear postes, alimento y agua para sus
jagüeyes”.
Durante varios meses los aludidos han mantenido una fuerte
rivalidad dentro de la corporación por cuestiones personales. El punto álgido
se alcanzó la madrugada del 19 de diciembre cuando el coordinador de PC ordenó
que los brigadistas se retiran de un incendió que se suscitaba en la vivienda
del agraviado y este arremetió contra el coordinador acusándolo de corrupto.
Las fuertes declaraciones hirieron la susceptibilidad del
funcionario público, quien optó por culpar al edil municipal de los errores que
había cometido. Sin embargo castigó al comandante de guardia por no haberse
retirado del incendio cuando lo ordenó y lo degradó de puesto.
Tras evidenciar ante los medios de comunicación los actos de
corrupción de Pascual Guzmán Vázquez, -y notarse la protección que goza del
presidente municipal, quien ha señalado ante el cabildo que no puede despedirlo-,
Gonzalo Martínez Lastra, quien prestaba sus servicios como brigadista, fue
víctima de un acto de venganza y a través de uno de sus compañeros fue avisado
de que ya no se presentara a trabajar.
La excusa que dio el presidente municipal para ser despedido,
sin haber sido notificado por escrito, fue “que tenían pruebas, algunas
fotográficas, de haber sido sorprendido vendiendo agua con la pipa en compañía
del comandante que estaba de guardia el día que se incendió su casa”.
Acusaciones que negó porque no sabe manejar la pipa y desde
el pasado mes de septiembre tiene prohibido conducir las unidades, solo iba en
apoyo durante las emergencias.
El día 15 de enero se presentó a trabajar y le dijeron que
se retirara porque su contrato había finalizado el pasado 31 de Diciembre. Sin
embargo no fue notificado en tiempo y forma por lo que sugirió que eran
cuestiones administrativas.
No obstante el agraviado manifiesta que existe una fuerte
posibilidad de que su despido haya sido una represalia por las declaraciones
que realizó acusando al coordinador municipal de PC de corrupción. Declaraciones
que sostendrá ante cualquier autoridad porque ha sido testigo de ellos
El brigadista asegura que fueron violentados sus derechos
por que se niegan a pagarle la quincena que laboró y no quieren liquidarlo
conforme a derecho, asegurando que mantiene una antigüedad comprobable de 10
años de trabajo en el ayuntamiento municipal, donde inició laborando como
técnico en la dirección agropecuaria, pero fue comisionado como apoyo a la
Coordinación de Protección Civil durante la administración de Carlos Morelos
Rodríguez por negarse a participar en la campaña del, ahora, regidor Pedro
Enrique Morales García.