Ex convicto, acusado de peculado, controla las finanzas del municipio de Salto de Agua.


Raúl Alberto Álvarez Barroso, quien es señalado de ocupar el puesto de Contralor Interno en la administración de Felipe López Pérez, en el año 2010 fue detenido y  acusado por los delitos de Asociación Delictuosa, Ejercicio ilegal del Servicio Público y Peculado en agravio de los chiapanecos y del erario municipal de Palenque, cuando fungía como director de obras públicas durante la administración de Alfredo Cruz Guzmán.

José Estrada.
Salto de Agua; Chiapas.
Empresarios y proveedores solicitarán la intervención de titulares de diversas dependencias del estado a fin de que intervengan en la controversia que se ha suscitado en el municipio de Salto de Agua, toda vez que no han recibido los pagos por las obras ya finiquitadas durante la pasada administración.

Señalan a Raúl Alberto Álvarez Barroso, con el poder que ostenta como contralor municipal, como la persona que está oponiéndose a la liberación de los recursos, que les está poniendo trabas constantes para no pagar las cuentas; previo conocimiento del alcalde Felipe López Pérez.

Exigirán la intervención del Órgano de Fiscalización Superior del Congreso del Estado a fin de que se investigue la designación de Álvarez Barroso como funcionario de la actual administración, toda vez que se encuentra inhabilitado para ejercer cualquier cargo público tras ser encarcelado en el año 2010, acusado del delito de peculado por más de 60 millones de pesos en agravio del erario del municipio de Palenque, durante la administración de Alfredo Cruz Guzmán (2008-2010).

A pesar de que la ley se encuentra de su lado, los empresarios temen represalias por parte de las autoridades, por lo que realizarán una denuncia ante la función pública de forma unánime a fin de no ser blanco de las represalias que podrían derivarse de las amenazas que han recibido de los funcionarios, “quienes les señalan que en caso de no aceptar sus condiciones de pago, éstos podrán retardarse y ya no serán tomados en cuanta para las obras que se construirán durante la presente administración”.

Raúl Alberto Álvarez Barroso, el pasado mes de julio del 2010 fue detenido por elementos de la, entonces, Policía Ministerial del Estado acusado del desvío de 60 millones 336 mil 817 pesos. Cuando fungía como director de Obras Públicas en el ayuntamiento de Palenque.

Señala la nota informativa que “Como parte de la auditoría practicada, correspondiente al ejercicio fiscal 2008 durante la administración del entonces presidente municipal, Alfredo Cruz Guzmán, el Órgano de Fiscalización Superior detectó diversas irregularidades por pagos en exceso, pago de sueldos a personal que no laboró, ingresos propios cobrados pero no ingresados a la Tesorería, así como la falta de documentación comprobatoria de las erogaciones realizadas y deficiencias en las obras”.

“Ocasionando desvío de los recursos públicos de los fines para los que habían sido destinados. Las diligencias realizadas por peritos contables, especialistas en la materia, revelaron el millonario daño patrimonial causado al erario público del municipio de Palenque”.

La situación que acontece en el municipio de Salto de Agua es similar a la suscitada durante el periodo de gobierno de Alfredo Cruz Guzmán, quien también estuvo involucrado en la averiguación previa y durante un par de años encarcelado; esto podría sucederle a Felipe López Pérez presidente municipal de Salto de Agua, quien en algún tipo de “ardid político” aceptó la designación de Raúl Albero Álvarez Barroso como contralor interno, aun bajo conocimiento de que laboró como “asesor” de Miguel Díaz Arcos; por lo que no se descarta que su antecesor todavía tenga las manos metidas en la política económica e interna del municipio.

El dinero, señalan los demandantes, ha estado siendo “jineteado” durante más de ocho meses, generando intereses, -hasta ahora millonarios-, de los cuales alguien podría ya estar beneficiándose.

No conocen el destino de los 11 millones de pesos. Si se encuentran en la misma cuenta o ya fueron removidos a cuentas de manera alterna, -posiblemente personales-, desde donde se generan ganancias que también serán requeridas porque el dinero legalmente les pertenece.