José Estrada.
Autoridades y representantes de diversas dependencias de los
tres niveles de gobierno relacionadas con la preservación del medio ambiente participaron
en la octava reunión del Comité del Sistema Lagunar de Catazajá.
La cual tuvo como finalidad tomar acuerdos y llevar a cabo
los lineamientos con respecto a la conservación y preservación de las áreas
naturales protegidas que se ubican en los municipios de Catazajá, La Libertad y
Palenque, aseguró Agustín Cañas Pérez, Delegado de la Secretaría de Medio
Ambiente e Historia Natural en la Región XIII Maya.
Estuvieron presentes las cooperativas pesqueras, la
iniciativa privada y funcionarios de los ayuntamientos municipales, con quienes
se pretende trabajar en conjunto para crear un reglamento de conservación del
ecosistema del manatí, el cual normará las acciones que lleven a cabo los distintos
sectores de la sociedad, porque no existe ninguna ley que proteja los lugares donde
habita una de las especies emblemáticas de la región y el estado.
Uno de los problemas
que fue presentado por pescadores es la realización de torneos deportivos y otras
actividades que se practican en cualquier época del año y que no son
reglamentadas, porque los visitantes obtienen sus permisos a través de internet
y no están condicionados a respetar los reglamentos con los que se pretende
impactar en lo mínimo al medio ambiente.
Reglas a las que sí están
sujetos los productores pesqueros, quienes incluso suspenden sus actividades en
algunas épocas del año. Sin embargo los pescadores deportivos, por el desconocimiento de la zona invaden las
áreas de alimentación y reproducción del manatí sobre todo en los afluentes
conocidos como el mulucutish y el nacahuasté.
El torneo de la pesca
del robalo se hace durante la temporada de lluvias, en la época donde la laguna
es más profunda, pero los otros torneos se realizan en temporada de sequía. Por
ello es necesario crear leyes que regulen la pesca deportiva y no se permita la
captura en zonas protegidas.
Además de presentarse
la problemática de los pescadores furtivos, quienes colocan redes en las zonas protegidas
y en muchas ocasiones las abandonan, por lo que representan un peligro latente
para la fauna nativa.
Para tratar de
erradicar ésta vieja práctica, uno de los principales acuerdos fue el de crear
un grupo de guarda parques comunitarios, quienes vigilarán las zonas más
afectadas. Sin embargo deberán, con la participación de todas las instituciones,
elaborar un programa de manejo de las áreas protegidas apegado a la realidad,
con todas las situaciones que puedan presentarse.
Entre ellos lograr
la concientización de los pescadores para que practiquen una pesca responsable.
“Necesitamos involucrarlos a todos dentro del sistema lagunar y de los ríos para
evitar la contaminación por desechos sólidos, incluyendo las redes que son
abandonadas y terminan por ser ingeridas por los manatíes, ocasionando que su
sistema digestivo se colapse y pueda llegar hasta la muerte”. Puntualizó
Agustín Cañas Pérez.