QUEJAS POR ESTRICTOS CONTROLES EN LAS REVISIONES A ESPOSAS DE INTERNOS DEL CERESO 17 EN CATAZAJÁ

Roger Novelo. Palenque, Chiapas.

      A través de un documento de varias paginas firmado por esposas de internos e internos mismos, un grupo de personas dan a conocer que están inconformes por los métodos usados en las revisiones hechas a mujeres antes de pasar a la visita cotidiana con los reclusos que cumplen condenas en el CERESO 17 de Catazajá. Se señala que algunas mujeres realizan de 2 a 3 visitas semanales al centro de reinserción social y en todas ellas, elementos de seguridad que normalmente son mujeres, las introducen en un cuarto donde les piden que se quiten toda la ropa con la finalidad de hacerles revisiones exhaustivas que contienen incluso tactos vaginales.
            Al respecto ya han tratado de hacerle llegar sus inconformidades al director del CERESO 17, mencionando que las pocas veces que han podido externarles sus quejas, no tiene ningún resultado positivo, y por el contrario dicen recibir intimidaciones, como que si se quejan en alguna institución, sus esposos serán enviados a las islas marías.
   Debido a lo anterior decidieron remitir un documento a derechos humanos que les fue recibido para su análisis. Durante la entrevista que pidieron fuera anónima, por el temor de que les cumplan el enviar a sus esposos a las islas marías, señalaron estar conscientes de que es necesario que existan controles para mantener la seguridad dentro del penal. Sin embargo esto causa malestar e incomodidad entre las mujeres que dicen que hasta sus hijas menores de edad son revisadas de la misma manera lo que causa más indignación.
     Muchas mujeres han decidido ya no continuar con las visitas conyugales porque no están acostumbradas a estos métodos que las hacen sentir totalmente incomodas.
    El documento mostrado contiene mas de 100 firmas de mujeres y reclusos, que protestan en contra de estas practicas y piden un trato mas decoroso que no haga sentir a las mujeres humilladas. Por otra parte dieron a conocer que en ocasiones dentro del penal se ha servido la comida descompuesta e incluso se deja ver que con gusanos, además de que la tienda que mantienen para que los internos compren algo, casi no tiene productos para vender.

    Argumentan que las mujeres de seguridad tratan ásperamente a las esposas de los internos al grado de que a la hora de que revisan los alimentos que llevan a sus esposos, ni siquiera pozol pueden introducir. Es importante mencionar que en los centros penitenciarios del país los métodos para que una persona pueda visitar a un interno son casi similares por la política que se lleva de control estricto en lo que se refiere a seguridad.