Denuncian abusos, extorsiones, despojos, mal versación de fondos y violaciones a las garantías individuales de locatarios y productores indígenas, en el Mercado Público Municipal "Guadalupe".

José Estrada.
Palenque, Chiapas.

Amparados bajo la creación de una asociación civil conformada por comerciantes del Mercado Público Municipal “Guadalupe”; dos locatarios son señalados de mal versar los recursos públicos que son colectados diariamente, por la renta de espacios a los agricultores que arriban diariamente de diversas comunidades. Se contabiliza en más de 50 mil pesos el monto que perciben mensualmente, solo del cobro por “Derecho de piso”.

En el lugar existen además actos de explotación laboral; despojo; discriminación, racismo y abusos de autoridad, por parte de los líderes: Arturo Landero MacNeally; presidente de la unión; así como Erlaín Espinoza Damas; quien ostenta el cargo de secretario general.

Quienes arriban al mercado, principalmente mujeres indígenas y campesinos, sin importar su origen, condición social e incluso el tipo de productos que expenderán; toda vez que en su mayoría son personas que comercializan tortillas; plátanos, naranjas, limones, yucas, hierbas y cualquier tipo de fruta o vegetal de temporada; son obligados a pagar  $ 20 pesos diariamente por concepto de “Donativo para mantenimiento”.

Esto sin  importarles que los productos que expenden solo les aseguran unos cuantos pesos de ganancias; debido al pago de transporte, alimentación, servicios sanitarios y un impuesto al municipio de $ 70 pesos mensuales.

En caso contraio son expulsados del mercado por disposición de Arturo Landero y Erlaín Espinoza; quienes toman decisiones arbitrarias en todo el inmuebles, considerándose dueños y señores del espacio público.

A pesar de que en éste país existe la libertad de competencia, estos líderes violan flagrantemente los derechos constitucionales de un grupo de mujeres indígenas, quienes fueron expulsadas porque vendían “pollos criados con maíz”; un producto bien visto y con bastante aceptación entre los consumidores locales; quienes desechaban las ofertas de los locatarios que expenden animales criados en cautiverio.

Esto ocasionó descontento entre los expendedores de aves y, en consecuencia, las pequeñas productoras indígenas fueron desterradas hacia la banqueta de un centro comercial; bajo el dictamen “de que la comercialización de ese tipo de productos afecta las ventas de los dueños del mercado público municipal; por lo que su venta quedaba prohibida”.

Existen denuncias de otras "transacciones económicas irregulares” que se llevan a cabo dentro del edifico público, como son: el cobro de cuotas, multas y sanciones que son impuestas arbitrariamente; así como la renta de los servicios sanitarios. Dinero que no es ingresado a las arcas públicas a pesar de que personal del área administrativa recibe salarios del municipio.

Prueba de ello es una denuncia realizada por José Luis Hernández Cano; a quien pretenden despojarlo de dos locales comerciales bajo el argumento de adeudos superiores a los 87 mil pesos;  por conceptos de inasistencias, cuotas gremiales y otras multas.

De tales adeudos no existen documentos propios que los corroboren. Puesto que al presentar un Recurso de Inconformidad por el despojo que pretendían hacerle a su familia, considerados fundadores del lugar; la respuesta de las autoridades municipales fue tajante al señalar que: 
“El ayuntamiento en ningún momento inició un procedimiento administrativo de revocación o cancelación de las concesiones números 30 y 30”. Siendo estos locales propiedad de sus padres.

Exigiendo el debido respeto a sus derechos ciudadanos, el denunciante solicitó la intervención de las autoridades a fin de solucionar el problema. Sin embargo, durante la reunión los líderes del mercado público no solo mantuvieron su posición arbitraria; sino que exigieron además el pago de 100 mil pesos por cada local comercial para que estos pudieran ser explotados. El agraviado tendría que considerar este atraco como un pago por “Derechos de comercialización”, impuesto por los dirigentes.

En caso contrario los inmuebles pasarán a ser propiedad de la Unión de Locatarios del Mercado Público Guadalupe. Decisión tomada en el año 2014, durante una “asamblea extraordinaria”; misma que, posteriormente, fue “protocolizada” este año por un notario público.

“La actuación de los funcionarios, entre ellos el delegado de gobierno en la región XIII Maya, Sergio Olivas Pérez, fue pasiva y en franca defensa de los dirigentes”, aprecia en un escrito el agraviado.


Es necesario destacar que el mercado público "Guadalupe" fue considerado “Un bien propio de uso común y utilidad pública”, que está bajo la administración del Gobierno del Estado de Chiapas; como quedó asentado en un acuerdo emitido el pasado 12 de agosto del año 2013; en referencia al conflicto que se suscitó entre empresario de ésta ciudad y el municipio, por la propiedad de los terrenos donde fue edificado el mercado público.