El aspirante a la dirigencia estatal del Partido Revolucionario
Institucional, Ernesto Castellanos Herrerías, visitó en su gira proselitista la
ciudad de Palenque para reunirse con militantes; simpatizantes y dirigentes de
los diversos sectores adherentes al señalado instituto político.
Su candidatura es respaldada por el Movimiento de Renovación
del Partido Revolucionar Institucional en Chiapas, mismo que es coordinado por
Maximiliano Narváez Franco; el cual tiene como finalidad “reestructurar al
partido desde las bases y darle el poder a quienes verdaderamente representan a
la democracia y determinarán quienes serán los encargados de decidir el camino
que se trazará hacia las elecciones del 2018; teniendo como primera meta las
elecciones internas”.
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Cada una de las intervenciones redundó en el estado de abandono
en que se encuentran los comités municipales; la falta de unidad y compromiso
con el PRI; la deserción de los militantes para abanderar a otros partidos
durante las elecciones, movidos por la ambición y los deseos personales; la designación
de candidatos para los puestos populares desde el Comité Ejecutivo Estatal.
La falta de apoyo de los dirigentes estatales, sobre todo de
aquellos que ocupan un cargo público y que no les permite recorrer la geografía
chiapaneca para apoyar, instruir y reforzar las estructuras de cada municipio.
Así con la apertura del partido a mejores ideas y proyectos que logren
refrescar la militancia.
Con un léxico “sin pelos en la lengua” que hizo eco en las
casi 100 personas que asieron al evento. Priistas acostumbrados a escuchar propuestas de
cambios, fortalezas dentro del partido y promesas; sin sumergirse en temas que
dejen al descubierto la problemática que verdaderamente ha ocasionado la
debacle del partido.
Les fue acentuada cada una de las fallas que tiene el partido
y que éstas se derivan de una militancia viciada. Dirigentes acostumbrados a
ser recibir favores de los funcionarios en el poder que optan por mantener viva
la corrupción al interior del partido, para beneficiarse con viejas prácticas como
el “compadrazgo” y “la compra de conciencias”.
“Ahora que ya fuimos un partido de oposición a nivel
nacional, y que todavía lo somos en el estado, podemos darnos cuenta que, así
como nosotros “maiceábamos” a los sectores, a las bases y grupos sociales; así
ahora somos “maiceados”. Corremos tras las dádivas. Nos ponen maicito y un poco
de melaza y corremos a lamer el plato. Esa es la realidad de nuestro partido”. Enfatizó
Ernesto Castellanos, dejando atrás toda la retórica partidista.
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“Tenemos una forma de hacer política obsoleta. No nos sirve
el continuar quejándonos y suplicando que el centro venga a solucionar nuestros
problemas. Nosotros somos la democracia; somos nosotros quienes tenemos que iniciar
el cambio y no esperar que nuestros empleados –los funcionarios y dirigentes- lo
hagan; porque esto no va a suceder”.
Puntualizaron que el cambio tiene que ser inverso a lo que comúnmente
se viene dando en el partido, donde unos cuantos, desde el centro determinan
candidaturas, dirigencias municipales y sectoriales. Que el cambio será difícil
porque las bases no están acostumbradas a gobernar; y quienes alcanzan el poder
todavía esperan la venía de las cúpulas para tomar decisiones, a cambio de dádivas.
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Los acuerdos emanados de ésta reunión, principalmente la confirmación
de una comisión que se reunirá con el líder nacional Manlio Fabio Beltrones
para exigir que las cúpulas se abstengan de inmiscuirse en los procesos
locales; serán coordinados por el responsable del Movimiento de Renovación en
éste municipio, Guillermo Macossay Gutiérrez.