Palenque, Chiapas.
La falta de regulación sanitaria en los expendios que se
dedican a la comercialización de alimentos preparados con combustibles
naturales, ha ocasionado un incremento desmedido de ellos en la ciudad y sus
periferias, pero sobre todo en espacios que tratan de ser rescatados para crear
áreas de esparcimiento y recreación donde puedan permanecer los turistas que
arriban a ésta ciudad, denominada desde hace unos cuantos días como “Pueblo
Mágico”.
La ubicación de establecimientos dedicados a la venta de
pollos asados en las principales avenidas de la ciudad, (Benito Juárez; Miguel
Hidalgo; 5 de Mayo y 20 de Noviembre);
cuyo principal combustible utilizado para la preparación de los
alimentos es el carbón vegetal, emiten diariamente millones de partículas
contaminantes al medio ambiente que son dañinas para la salud.
En ocasiones, cuando la velocidad del viento es mínima el
humo que emana de las chimeneas no se eleva, sino que desciende a niveles tan
bajos que es inhalado por los transeúntes e invade los comercios cercanos a los
establecimientos.
El termino determinado por la Ley General del Equilibrio
Ecológico y la Protección al Ambiente para este tipo de contaminación es el de “Inmisión”,
o sea, la presencia de contaminantes en la atmósfera, a nivel piso.
De acuerdo con algunas cifras el número de negocios que se dedican
la venta de pollos asados, tan solo en la cabecera municipal, supera los 100 establecimientos.
Sin embargo estos deben ser regulados, debido a que la Ley de
medio Ambiente, señala que la calidad del aire debe ser satisfactoria en todos
los asentamientos humanos y las regiones del país; y las emisiones de
contaminantes a la atmósfera, sean de fuentes artificiales o naturales, fijas o
móviles, deben ser reducidas o controladas, para asegurar una calidad del aire”.
Para
obtener las licencias, los propietarios deberán presentar a la Secretaría de
Salud, además, de sus datos generales, la ubicación del negocio; la descripción
del proceso que se realiza para obtener el producto final y, sobre todo, el
combustible que se utilizará en el proceso.
Cada mañana quienes transitan o laboran en las inmediaciones de
los asaderos ubicados en el centro de la ciudad, algunos separados por tan solo unos metros de distancia, respiran
un aire contaminado con partículas de monóxido de carbono que, una vez
en los pulmones, reacciona con la hemoglobina en lugar del oxígeno, afectando a
la salud porque no permite el transporte de oxígeno al corazón, a los músculos
y al cerebro.
Palenque, bajo la controversia social sobre si merece o no
la designación de “Pueblo Mágico”, está todavía en una posición preponderante
para delimitar las zonas que pretenden ser rascadas y destinadas a crear nodos,
espacios donde las personas interactúen socialmente, sobre todo en el centro de
la ciudad.
Aunado a ello, la ciudad pretende hacer del turismo uno de
sus máximos generadores de empleos y crecimiento económico, que a su vez permitirá
el desarrollo social; pero, por el aspecto que presenta la ciudad, el
recibimiento que hacemos a los visitantes es preocupante, toda vez que las principales
calles y avenidas están inundadas de humo tóxico, que irrita la garganta y los
ojos, aseguran los ciudadanos.