Autoridades de salud permiten la comercialización de agua contaminada en Palenque.



José Estrada.

Palenque; Chiapas.

A pesar de las denuncias presentadas por habitantes de ésta ciudad, quienes acusan a propietarios de diversos negocios que se dedican al venta de “agua purificada” en garrafón, el titular del área de Regulación Contra Riesgos Sanitarios de la Jurisdicción VI Selva, Régulo Díaz Díaz, ha permitido que agua contaminada con heces fecales, algas, larvas de mosquitos, tierra y otras sustancias que ponen en riesgo la salud de la población, continúe siendo comercializada en éste municipio.

En respuesta a una denuncia presentada por un habitante de ésta ciudad, quien señalara en un diario local que el producto que compró a la empresa con razón social “Agua Inmaculada” contenía algas en su interior y, por lo siguiente, no era apta para consumo humano, Régulo Díaz solo manifestó que es común encontrar problemas en las plantas de purificación, el más serio de ellos: “que los trabajadores se olvidan de limpiar los filtros”.

William Berrueta Moreno, vecino afectado, señaló al reportero del Diario de Palenque que lleva “Más de tres año comprándole a ésta empresa y no es la primera vez que tiene detalles”.

Aseguró que en muchas ocasiones los garrafones sellados presentaban objetos extraños en su interior como: basura, moscos, lama u otros materiales. Ante el reclamo los vendedores solo optan por cambiarles el garrafón, cuyo costo es de 12 pesos.

“Estoy enterado de que ésta planta ya ha sido cerrada tres veces y el señor solo quita los sellos para seguir trabajando”. Advirtió el denunciante, al tiempo que solicitaba a la Jurisdicción Sanitaria hacer su trabajo y supervisar la planta purificadora de la empresa que está vendiendo agua no apta para consumo humano.

La respuesta de Régulo Díaz, ante el cuestionamiento del rotativo que presentó el caso a la opinión pública, fue simple; como si el caso careciera de relevancia. Señaló que existen 26 plantas de producción en el municipio. Que no cuenta con el personal para llevar a cabo muestreos mensuales y por lo tanto lo hacen cada año; sin embargo atienden de inmediato denuncias que sean presentadas por escrito y con pruebas fehacientes de que el agua representa un riesgo para quien la consuma.

Las recomendaciones del funcionario van dirigidas a la población a quien deja la responsabilidad de asegurarse de que el agua no esté contaminada con objetos extraños, o con micro organismos dañinos para la salud, debido a que “más del 70 por ciento de las empresas presentan diversas anomalías y no cuentan con análisis de laboratorio”.
Hace aproximadamente 8 meses 15 establecimientos que expenden agua purificada fueron muestreadas y 7 de ellos resultaron con alteraciones en el producto final, por lo que fueron suspendidos. Sin embargo los nombres de las empresas no fueron reveladas.

Ante la denuncia presentada, y el cuestionamiento del medio de comunicación, Régulo Díaz señaló que “Por respeto y acuerdos entre la Secretaría de Salud y las empresas los nombres de las mismas, a pesar de que son sancionadas por vender agua contaminada, no pueden ser exhibidas a la opinión pública”.

Esto deja en grave riesgo a la población debido a que no se tienen conocimiento de quien está vendiendo agua contaminada. Si el producto no apto para consumo humano fue desechado o distribuido entre la población y establecimientos que prestan servicio a los turistas, en el caso de hoteles y restaurantes.

Los “acuerdos”, ya sean económicos, políticos o de compadrazgo; representan una grave falta a la responsabilidad que tiene la Jurisdicción Sanitaria VI Selva,  a cargo de Ernesto Pohlenz Guillén, de priorizar las acciones que llevan a cabo sus funcionarios siempre en beneficio de la población.

Que la gente no tenga conocimiento del agua que consume lo deja en grave estado de indefensión.

Que el responsable de suprimir los riesgos sanitarios se lave las manos ante cualquier posible caso de intoxicación o contagio de enfermedades en la población, bajo simples instrucciones de “adquirir los garrafones en comercios establecidos y revisarlos antes de consumirla”, sugiere que las autoridades amparan los actos que llevan a cabo las empresas sancionadas en contra la salud pública y que los únicos beneficiados son los propietarios de las mismas, por encima de la integridad física y la vida de los ciudadanos de éste municipio.