Temen habitantes de la colonia Esteban Corzo Blanco ser desalojados por defraudadores.

José Estrada Felix. Palenque, Chiapas.

      La problemática sobre el fraude que cometieron anteriores dirigentes contra los habitantes de la colona Esteban Corzo Blanco ha ocasionado que las autoridades les nieguen la escrituración individual de los predios, debido a que no pueden obtener el cambio de uso de suelo, ya que no cuentan con áreas verdes que donar al ayuntamiento para la construcción de obras sociales. La zona en cuestión, que abarcaba una décima parte del asentamiento poblacional conformado por diez hectáreas, según reza el plano de la colonia, fue vendido en el año 2005 y fue convertida en una finca, lo anterior bajo el amparo de la oficina de catastro municipal.
     Durante un recorrido realizado por los medios de comunicación, en relación a la venta de las áreas que se encentran en zona de riesgo, el dirigente de la colonia Bernabé Arcos Montejo, manifestó que el fraude que llevaron a cabo Gumersindo Cruz Guzmán y Eliseo Avendaño Vázquez ha puesto en riesgo la vida de más de 25 familias que todos los años se van al agua por el desborde del arroyo Bajluntie.
   Sin embargo la situación que viven los propietarios de los lotes va más allá de las condiciones climatológicas, debido a que la colonia fue registrada como propiedad de los ex dirigentes y viven con las amenazas de que en cualquier momento puedan ser desalojados.
    El actual presidente de la colonia aseguró que, no obstante los denunciados fueron encarcelados por los probables delitos de fraude, despojo y lo que resulte, lograron salir en libertad bajo fianza y ahora tratan de hacer nuevamente negocio con sus terrenos, toda vez que argumentaron que indemnizarían a la colonia con 400 mil pesos para que compren una nueva área verde que les fue ofertada en un millón 500 mil pesos.
     Bernabé Arcos Montejo manifestó que la venta de área de donación fue realizada en el año 2005 en aproximadamente 170 mil pesos, pero que no han podido recuperarla ya que el ahora propietario logró escriturarla en el municipio de Emiliano Zapata, al parecer con una  clave que le fue otorgada por la oficina de Catastro en ésta ciudad, en contubernio con funcionarios de la administración municipal en funciones.